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Residentes de Salta y Jujuy en el Hospital

Residentes del norte de nuestro país rotan por el Hospital Escuela.

En esta nota recuperamos la experiencia de rotación de tres residentes de la Residencia Interdisciplinaria en Salud Mental (RISaM) de la provincia de Jujuy y dos de la Residencia Interdisciplinaria con orientación en Atención Primaria de la Salud (RIAPS) de General Güemes, provincia de Salta. Ellas  eligieron la RISaM Paraná (con sede en este Hospital Escuela) para realizar su rotación libre.

 

Voces desde Jujuy. Nos cuentan Yanel Berón (Lic. en Trabajo Social), Carla Isabel Lima (Lic. en Enfermería) y Nélida Patricia Portal (Lic. en Psicología)

¿Por qué eligen este Hospital Escuela en el marco de una rotación libre?

Fuimos evaluando las posibilidades. Buscábamos una RISaM con trayectoria en el campo, ya que la nuestra es muy nueva.  Nos interesaba Paraná y también la de Río Negro.

Pudimos conocer parte de su trabajo a través de las redes sociales del hospital y de la RISaM. Desde allí veíamos las intervenciones, por ejemplo, en sala de espera, la experiencia de Casa del Río, ¡nos parecía tan interesante! Nos interpelaba la pregunta ¿Cómo será un Hospital de Día por fuera? Desde ahí, nos aparecía que hay otra mirada que queremos conocer. Otra mirada con mucha trayectoria y recorrido. Como nosotras estamos más en lo intrahospitalario nos vendría bien algo más territorial, comunitario, quizás por allí definamos nuestros lugares de rotación.

 

Entre Ríos viene con una trayectoria de transformaciones del campo porque, al igual que Río Negro, tenemos Ley de Salud Mental desde los años 90 gracias a un colectivo del campo muy consolidado. A partir de allí se conformó la Dirección de Salud Mental de la mano de una profesional mujer psicóloga (Mercedes di Giusto) lo que también fue un hecho histórico. Hubo cierto camino recorrido que hizo que, a la hora de salir la Ley Nacional de Salud Mental, ya existan ciertas condiciones para su implementación. Ésto no significa que haya sido sin resistencias. Aún hoy existe un gran camino para su real implementación. Por ejemplo: la dificultad en el trabajo interdisciplinario y la fragmentaria idea de que hay usuarios exclusivos de salud mental y no se pueda pensar una atención más integral.

 

Para conocer un poco más acerca de la RISAM de Jujuy

¿Dónde funciona y qué disciplinas se forman allí?

La RISaM de Jujuy funciona desde 2020 en el Hospital de Salud Mental Dr. Néstor  Sequeiros de la capital. Es un monovalente pero con perspectiva a la polivalentización. Si bien esa es nuestra sede, tenemos centros de rotación en distintos puntos de la provincia. Las disciplinas que conforman la Residencia son: Trabajo Social, Enfermería, Medicina, Psicología, Terapia Ocupacional y, recientemente, Músicoterapia.

Este hospital en el que funciona nuestra sede es más chico que el de ustedes. Cuenta con 15 camas de mujeres y 15 camas de varones. También con consultorios externos y dispositivos grupales. Allí hay usuarios internados de larga data y otros con internaciones más breves. Las situaciones agudas pasan por la guardia, un espacio que está apartado del edificio del hospital pero desde donde se realizan derivaciones. Por el momento las internaciones en salud mental se hacen exclusivamente en esta institución, no en hospitales generales.

 

Desde sus recorridos:  ¿Cómo está siendo en su contexto de trabajo la implementación de la Ley Nacional de Salud Mental N°26.657?

Carla Lima: La implementación de la ley tiene muchas resistencias. En lo disciplinar, enfermería es un bloque que tiene mucha rigidez. Y la figura del enfermero en salud mental es dificil. Considero que se va a consolidar de aquí a muchos años. En lo personal he tenido buena recepción por parte de algunos colegas y otros profesionales, pero en un constante dialogar e intercambiar. Siempre hay resistencia a lo nuevo, a lo distinto. A veces desde el desconocimiento y a veces desde el temor. Yo estuve en el hospital monovalente, en el hospital general y en el tercer nivel, y la figura de una enfermera en abordajes en salud mental, en esos tres niveles, genera muchas dudas.

 

Nélida Portal: El desafío que se plantea en cuanto a mi disciplina es el trabajo interdiciplinario.  En Jujuy hace muchos años está la Residencia en Psicología Clínica y Comunitaria y al ser ésta la primer cohorte de RISaM, el desafío   implica la apertura hacia las otras disciplinas. Tanto en lo que es la práctica, en cuanto a la clínica con los usuarios y en cuanto a la puesta en juego de un discurso que sea pensado no desde la disciplina sino desde lo interdisciplinario, a partir de la complejidad de las situaciones que llegan.  Para mí es interesante y desafiante escuchar a otros para incorporar puntos de vista a una misma situación. Al ser la primera cohorte yo lo tomo como que somos un equipo de mucha experimentación y aprendizaje. Yo creo que la clave es pensar el cómo hacer la plena implementación de la ley, en este aspecto, con respecto a la interdisciplina. ¿Qué lugar para nosotros? ¿Qué lugar para los otros? ¿Qué lugar para el usuario como protagonista? Hay mucha bajada de línea de la ley, el tema es cómo se logra en cada espacio.

 

Yanel Berón: Yo creo que es un desafío que se comprenda qué significa ser Especialista en Salud Mental. Nuestra camada es muy nuevita, entonces a veces te derivan al usuario de salud mental fragmentadamente.  Desde nuestra disciplina trabajamos con problemáticas sociales muy complejas, que vienen atravesadas por muchas situaciones. Entonces a veces las angustias que se presentan no son necesariamente de salud mental. Para mí es importante tener una mirada más integral, escuchar a la persona con la que se trabaja desde la empatía, desde la escucha activa, desde el acompañamiento. En mi disciplina muchas veces veo que nos abocamos mucho a la parte de la gestión pero nuestra base es la socio educación. Sobre todo cuando trabajamos con las familias. En lo comunitario una ve cómo está fragmentado el lazo social.  Entonces, también apuntar a eso, no sólo estamos paradas desde el lado de la gestión. El trabajo interdisciplinario nos ayuda a pensar ese otro ejercicio. No sólo para la gestión de un plan o de materiales para una vivienda. El trabajo en la comunidad es un gran desafío de la ley, plantea que el usuario tiene derecho a abordajes comunitarios y con sus familias, no exclusivamente aislados.  

 

¿Qué disciplinas son las que más cuesta sostener en la  RISAM?

En nuestro caso la enfermería. Por el tipo de contrato. El aspecto de exclusividad es un problema debido a que en el contexto actual debemos tener más de un trabajo, entonces eso se vuelve una dificultad. Y a la vez, el mismo campo (el de salud mental) genera temor y rechazo.

 

Voces desde Salta. Nos cuentan María del Rosario Gómez Sola (Lic. en Trabajadora Social)  y María Emilia Cervi García (Lic. En Psicología)

 

La RIAPS  existe desde 2019, va a cumplir 5 años. Las residentes forman parte de la primera cohorte. Actualmente se forman 5 disciplinas: Medicina, Psicología, Trabajo Social, Obstetricia y Nutrición. La sede se ubica en el interior de Salta, en General Güemes. Una zona de mucho tránsito, mucho paso. "Vemos problemáticas muy complejas al ser una zona que conecta Jujuy y Salta, una zona fronteriza", expresan las compañeras.

La sede es el Hospital General Dr. Joaquín Castellano, de tercer complejidad. Es referencia para Jujuy, Chaco, Formosa, incluso Bolivia. Pero cuando se necesitan abordajes más complejos trabajamos con derivaciones a la capital. Allí al Hospital San Bernardo o al materno infantil, según la población. Somos un hospital donde falta la comunicación. En relación a salud mental, si bien nuestra residencia no es exclusiva del campo, sabemos que son problemáticas que atraviesan a todas las personas. A los pacientes, a nosotras como trabajadoras también. Entonces; también pensamos a la salud mental  como transversal a las prácticas de salud. Cuesta bastante entender esta perspectiva.  Por ejemplo, hasta hace un tiempo se hacían desintoxicaciones por consumo problemático y ahora ya nos indicaron que no se puede realizar más esa práctica. Solamente se derivaría al monovalente que es el Hospital Ragone (en la capital). Esto es una tensión porque pone a los pacientes como objetos, ya  que no se les brinda la atención y fragmenta las prácticas. Pero eso pasa con muchas otras problemáticas: las situaciones de violencias que también atraviesan muchas otras áreas o temáticas, las infancias, las maternidades, género y diversidad.

En la atención primaria el conocimiento es poder, y nuestro rol es capacitarnos y en nuestras intervenciones poder transmitir los derechos que tienen las personas,  así pueden hacerlos valer.  Esta acción es primordial en nuestro contexto. Es el interior de una provincia, llega menos información, hay muchas personas que no saben leer o escribir. Y esto se constituye en una barrera en el acceso y nosotros, como residencia, trabajamos mucho la accesibilidad, es el pilar de nuestra formación e intervenciones.  Las y los agentes sanitarios son actores claves.

 

¿Cómo son las rotaciones en la RIAPS?

 

Nuestras rotaciones son en los servicios del Hospital y en Centros de Salud que quedan en el interior. Ahí conformamos dos equipos con intervenciones interdisciplinarias, proyectos comunitarios y diversas actividades que se van complementando y que nos permite el intercambio constante entre nosotros. Uno en General Güemes, otro en Campo Santos. Las intervenciones disciplinares son en el hospital y en la guardia.

En los Centros de Salud hay algo muy particular que estamos haciendo: los seguimientos del control de embarazos y puerperios desde una mirada integral.  Este control no es solo desde la medicina, enfermería y nutrición,  sino  que se integra la parte psicológica y social. Allí armamos redes y circuitos de intervención para que cualquier persona embarazada que llegue al hospital reciba una atención inmediata e integral. Vamos evaluando los pasos a seguir según cada caso. Quizás algunos seguimientos, posteriormente, son en domicilio. Se trabaja mucho en el lazo con la persona embarazada ya que el acompañamiento es permanente.

 

¿Por qué elegieron la RISaM Paraná?

A nosotras lo que nos motivó venir a la RISaM Paraná fue la posibilidad de conocer otro espacio de gestación de conocimiento. La idea de debatir acerca de la noción de salud mental, de la Ley de Salud Mental, del posicionamiento ético de las y los profesionales no deberían ser cuestiones dadas por sentado, por eso me parecía interesante como se generaba este tipo de preguntas en otros espacios formativos. Este interés tiene que ver con entender a la Residencia como espacio critico que pueda proponer nuevos abordajes y estrategias al sistema de salud y así evitar el sistema de formación individual.

Nos interesaba aprender de nuevas comunidades, debido a que en nuestro contexto trabajamos mucho con maternidad e infancias. Creemos  que en estos contextos de tanta fragmentación generalizada, la Residencia es capaz de elaborar estrategias para la resistencia. Esto requiere cierto posicionamiento ético, que se forma, que se construye en la lectura, en el estudio, en el diálogo con el otro. Por eso yo creo que tienen que ser espacios de mucha militancia. Son tránsitos que nos deben atravesar como profesionales y como personas. Por eso elegimos la RISAM de Paraná porque consideramos que tienen un gran recorrido en este sentido.  Y ahí creemos que la comunicación tiene un gran aporte en el campo ¿Cómo nos comunicamos entre disciplinas, en el centro de salud, con los usuarios?  Algo tan básico y complejo a la vez. Este tipo de experiencias son ausentes en salta, por eso  básicamente venimos  a aprender y nutrirnos.  

 

Para cerrar

¿Qué creen que pueden interferir para evitar el pasaje de la Salud Mental a la Atención Primaria?

Consideramos que hay muchos prejuicios alrededor de la atención en salud mental. Para muchas personas ir al psicólogo es un extremo, es estar loca.  Quizás es el desconocimiento, que a través de la desinformación, genera temor, miedo, resistencias. Enfocarnos desde Atención Primaria en campañas de salud mental sería una gran estrategia.  Salir, no esperar que la gente venga, hacer actividades extra muros. La salud mental es transversal entonces es importante descentralizar el concepto de que Salud Mental es estar loco.

Un gran mito es que la gente no se ocupa de su salud mental. Nuestras experiencias nos muestran que la gente sí piensa en su salud mental, pero no lo sabe,  no le pone ese nombre. Por ejemplo: una vez le consulté a una señora que estaba en la sala de espera (descendiente de un pueblo originario) qué hacía cuando estaba triste y me dijo: "Me voy a cantar coplas". Yo creo que eso es salud mental.

Otro ejemplo: cuando sistematizamos la información de las asesorías de salud integral para adolescentes, el 80% de las consultas eran acerca de salud mental, acerca del cuidado de su salud mental. Ahí tuvimos que cambiar nuestras intervenciones, escuchar eso y no deternos exclusivamente en los métodos anticonceptivos o este tipo de información. Ahí tuvimos que flexibilizar nuestro esquema de abordajes y empezamos a conversar acerca de a dónde voy cuando estoy triste, con quién hablo. Está bueno no suponer que las y los jóvenes no hablan de su salud mental. Hay que conversarlo pero en su lenguaje, con sus recursos…partir desde ahí.

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