La experiencia de transitar el hospital
Además de la atención interdisciplinaria en salud mental, el Hospital Escuela se constituye como una institución que propicia investigaciones, capacitaciones y actividades formativas.
En esta ocasión recuperamos la experiencia de Nahuel Ramírez es Lic. en Psicología, quien durante el 2023 realizó su concurrencia en el Servicio de Internación de Hombres de nuestro hospital. Su referente institucional fue la Lic. Pamela Peltzer, una de las coordinadoras del mismo.
La concurrencia de Nahuel se basó en su interés por dos lugares: la guardia y los servicios de internación. “En un primer momento no sabía porqué y con el transcurso del tiempo pude localizar algo de mi interés: lo agudo, la urgencia. No tenía mucho conocimiento de qué se hacía ahí, solo suponía que alguien internado estaba en un momento bastante complejo, y pensaba ´va a ser muy difícil esto´”.
Su interés y deseo, estuvieron puestos en “la trinchera”. Ese espacio, para Nahuel, fue elegido por permitir esa clínica del detalle. “La sala es un lugar que está lleno de detalles, tenemos que poder pescarlos y darles consistencia. A la locura la podemos pensar como un estado, un momento, una situación, pero por suerte el encuentro no fue con la locura, sino con usuarios, con nombre y apellido, con fechas de cumpleaños, con gustos particulares, que se encontraban transitando un momento de locura”.
Cuando Nahuel relata su experiencia en el hospital poniendo en valor la formación permanente junto a otros residentes, la transmisión de compañeras y compañeros y la disponibilidad de la palabra de muchos usuarios que, desde cada lugar, enriquecieron su tránsito.
¿Qué te pareció la experiencia en el hospital?
“En mi caso la experiencia marcó un antes y un después en un montón de cuestiones. En cómo pensar el trabajo en equipo, la clínica, lo social, la comunicación, lo cíclico, la locura, el malestar. Vino como a moverme mucho – por suerte- los conceptos, la teoría, la práctica breve que ya tenía”.
“Todo eso hizo que sea una experiencia diría que poética, muy bella. Realmente es un antes y un después mi tránsito en el hospi, es como esas huellas que quedan y que se vuelven como las buenas cicatrices que uno después se las ve en el cuerpo, se acuerda de algo y le saca una sonrisa. Fue una experiencia bellísima. Por las marcas, por el buen encuentro con el otro: colegas, amigos, compañeros, referentes, usuarios -sobre todo con usuarios”.
¿Cómo elegiste esta institución?
“Desde que empecé a estudiar psicología siempre pensaba que en algún momento estaría bueno tener una experiencia en el hospital. Siempre la pensé pero la imaginaba como muy lejana, no sé porqué. Pensaba que tal vez no se podía, que no estaba preparado o que era mucho para mí, cuestiones que uno piensa no sé por qué”.
Siempre desde que empecé a estudiar, pero incluso antes. De donde yo vengo el “Roballos” – como se llamaba antes y como se decía en aquella época- era muy nombrado pero hasta de un modo lúdico. Cuando yo era chiquito decíamos como juego “estás re roballos”, como una forma de decir estás re loco. Seis, siete, ocho años, así que lo tengo presente desde muy temprano al hospital.
Y lo elegí por eso, me acuerdo que un año dije me anoto a las concurrencias y nunca me organicé para ir y el año pasado dije me anoto.
Así lo elegí y lo sigo eligiendo.
¿Cómo te sentiste?
“Estupendo. Conmovido me sentí, afectado y conmovido por la experiencia en el hospital. Por suerte, eso hace que haya movimientos. Es lo que puedo decir, podría decir más del hospital, no me podría cansar, pero eso sería mi resumen”.
*Las concurrencias son tránsitos previstos por el Comité de Docencia e Investigación. Este equipo funciona en nuestro hospital desde 2008 como un cimiento de la esencia institucional: el ser un hospital escuela y por tanto, formador de practicantes, investigadores y profesionales de diferentes campos disciplinares.