8 de marzo, 10 de la mañana en el hospital y una ronda de mujeres que empieza a irrumpir en el hall de ingreso. Primero cinco, luego diez, veinte mujeres se van sumando de a poco desde los distintos sectores. Todas vamos llegando sin muchas certezas sobre qué va a pasar. Una compañera rompe la incomodidad y cuenta acerca de lo notorio de la cantidad de trabajadoras que se acercaron, mencionando que el 60% del plantel total del hospital somos mujeres. De allí se desprenden reflexiones acerca de la preponderancia de las mujeres en los trabajos que implican el cuidado de otros como construcción cultural de los roles de género. Otra compañera dice que la realidad en el hospital es que somos más mujeres pero que generalmente los cargos de mayor  jerarquía están ocupados por varones.

Siguen los intercambios y el bullicio va en aumento, la necesidad de gritar para escucharnos en la ronda, las miradas de descontento y la negación de lo que allí estaba sucediendo. Tomamos conciencia de quiénes estamos, notamos la ausencia de usuarias. Nos preguntamos por aquello: ¿por qué no pudieron llegar? ¿Por qué no se las pudo acompañar para que llegaran?

Aparece la convicción de que hablar del lugar de las mujeres en la sociedad es fundamental entre trabajadorxs de la salud mental, que esto configura el vivir de las mujeres, su cotidiano, sus aspiraciones, sus roles, sus cuidados, las/nos atraviesa en cada instancia de la vida. Mencionamos puntualmente las reiteradas situaciones de violencia de género que llegan a nuestra guardia y que numerosas veces son patologizadas y medicalizadas sin poder realizar lecturas complejas acerca de ello.

Sobre el final de la asamblea se suman compañeras socorristas de Santa Elena, se presentan, acompañan, suman su mirada, cuentan lo que hacen. Aparece la legalización del aborto, un nuevo tema en la ronda para pensar y la seguridad de que esto es un tema de salud. Esto luego se seguirá debatiendo en la actividad organizada más tarde por la R.I.Sa.M.

Cerramos la asamblea con la propuesta de armar un pequeño comité que pueda continuar vehiculizando propuestas en relación a la temática de género: conversatorios y un calendario que atienda a fechas importantes respecto a las luchas de género.

Por Carla Pedroni.