Abordaje con las personas en situación de calle
El HESM generó un dispositivo para el trabajo territorial con las personas en estas condiciones.
El HESM, desde el comienzo de la pandemia, viene asistiendo a las personas que residen en el Refugio Municipal que funciona en el CIC II (Centro Integrador Comunitario). Lo hace a través del equipo de Epidemiología y Extensión Comunitaria, quienes acompañaron durante el ASPO con actividades de promoción y cuidado. Además, desde el mes de julio del 2020, generó un equipo para realizar abordajes comunitarios con dicha población.
Inicialmente la propuesta fue generada por la Med. Araceli Scioli y la Lic. Magali Brown –ambas egresadas de la Residencia Interdisciplianria en Salud Mental. Hoy, el equipo que sostiene este trabajo está conformado por la Lic. Catalina Brasseur, el Psic. Matías Botto y el Med. Jonatan Mildemberger, todos especialistas en Salud Mental de la Residencia Interdisciplinaria en Salud Mental de Paraná.
Este proyecto ofrece una mirada atenta al contexto, a las problemáticas y situaciones singulares de quienes llegan al refugio. El desafío es generar un acompañamiento que propicie la resolución de los conflictos de las personas en situación de calle, con una particular sensibilidad y cuidado.
Catalina Brasseur, una de las integrantes del equipo, expresa que en cada abordaje se tiene en cuenta “la procedencia de los sujetos en sentido amplio (clase social, localidad, pertenencia cultural, etc.), así como su condición misma, la cual constituye un continuo entre las condiciones individuales y la inserción dentro de cierta configuración de grupo (dicho en sentido amplio).”
Este equipo interdisciplinario del HESM ofrece atención a las personas que llegan al CIC. Esto incluye tareas asistenciales, así como también programáticas, de coordinación y gestión entre efectores, promoviendo el fortalecimiento de una red de prevención y promoción de la salud.
Matías Botto, rescata que “esta modalidad apuesta al trabajo en terreno y a privilegiar la atención fuera del ámbito de internación, comprendiendo el proceso de salud-enfermedad-cuidado y atención de los usuarios. Además, se busca el fortalecimiento de redes y lazos a nivel familiar, grupal y comunitario para el acompañamiento de este tipo de problemáticas”.
Se realizan atenciones y consultas presenciales en el CIC II, dos veces por semana y también, dependiendo las demandas recibidas, se concretan trabajos en los territorios de alguna personas. Además de la asistencia y las acciones de prevención y promoción, se suman las reuniones de equipo que se constituyen junto a otros que forman la “Red por los Derechos de las Personas en situación de calle” que nuclea a diferentes ONGs, Universitarias e Instituciones, con quienes se coordinan y gestionan diferentes acciones.
Durante los meses de funcionamiento este dispositivo, se han podido acompañar a más de 30 usuarios. Algunos, han permanecido de forma continua en dicha institución, otros lo han hecho de forma transitoria y/o intermitente y el resto se ha articulado para revinculaciones en lugares de origen o de intereses particulares.
Jonatan Mildemberger, otro de los integrantes del equipo, refuerza los objetivos de estas intervenciones: “nuestro propósito es facilitar el acceso a la salud con la planificación de intervenciones y la oferta de espacios individuales. Por otro lado, generar espacios para el acompañamiento de situaciones que requieran un abordaje en los territorios singulares y crear –paralelamente- condiciones para la coordinación y articulación con otras instituciones, disciplinas y sectores, en la apuesta de construcción de redes que posibiliten la incorporación de diferentes actores para el abordaje de las problemáticas.
Dispositivos de trabajo como éstos son los que van configurando un nuevo perfil institucional del HESM, en concordancia con la Ley Nacional de Salud Mental que nos indica el camino de las intervenciones comunitarias fortaleciendo redes de trabajo con otros actores.