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Comunidad Sorda y acceso a la Salud Mental

Dos trabajadoras de nuestro hospital nos contaron acerca de las actividades desarrolladas en el marco del Día Nacional de las Personas Sordas.

Comunidad Sorda y acceso a la Salud Mental

Dos trabajadoras de nuestro hospital nos contaron acerca de las actividades desarrolladas en el marco del Día Nacional de las Personas Sordas.

 

El 19 de septiembre se conmemora el Día Nacional de las Personas Sordas, fecha elegida en memoria de la sanción de la Ley 1.662, a partir de la cual se fundó el primer Instituto de Personas Sordas en el país. En el marco de la Semana Internacional de las Personas Sordas, se realizó el encuentro "𝐶𝑜𝑚𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑆𝑜𝑟𝑑𝑎 𝑦 𝑎𝑐𝑐𝑒𝑠𝑜 𝑎 𝑙𝑎 𝑆𝑎𝑙𝑢𝑑 𝑀𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙" en nuestro hospital.

 

Parte del equipo del servicio de internación de varones de nuestra institución realizó un destacable trabajo con una persona usuaria sorda, Facundo, en conjunto con estudiantes de la Tecnicatura en Lengua de Señas de la UNER.

 

Para contarnos sobre el proceso de trabajo con Facu, dialogamos con Lucrecia Castañeda -Lic. en Trabajo Social y trabajadora del hospital- y Cecilia Soliz -Lic. en Comunicación Social y residente. En la articulación también participó la profesora, Natalia Anghinolfi; y las estudiantes de la tecnicatura, Luciana Aguirre, Guadalupe Cerrudo y María Castillo.

 

En este contexto, el 17 de septiembre el aula magna de nuestra institución fue el punto que convocó a usuarios, trabajadores, miembros de la comunidad sorda e integrantes de la Tecnicatura en Lengua de Señas. Durante la jornada, una militante de la comunidad sorda, Antonieta Priolo, visibilizó la historia y la lucha que llevan a cabo por el reconocimiento de sus derechos. 

 

También se proyectó una serie de videos que contaron con la participación de Facundo, cuyo objetivo fue “llevar al absurdo” aquellas situaciones diarias en la que se excluye a las personas sordas en el ámbito de la salud. Para finalizar la actividad, el usuario enseñó el abecedario en lengua de señas para todos los presentes. 

 

La iniciativa 

 “La actividad surge con la propuesta de la Facultad de Trabajo Social, de la Tecnicatura en Lengua de Señas, para la inclusión de estudiantes en el marco de sus prácticas en segundo año”, explicó Lucrecia, y agregó que se trata de una práctica en la cual ellos se insertan en algún ámbito en el que podrían intervenir una vez terminada la tecnicatura. 

 

Pensaron el acompañamiento de las estudiantes relacionado a la dinámica institucional más que como un abordaje individual. “En ese sentido, con Cecilia, a quien reconozco como una de las integrantes del equipo que más protagonismo tuvo en el acompañamiento de Facu y de las estudiantes, se pensaron algunas líneas de trabajo que implicaban el sostenimiento de espacios grupales y la propuesta específica de visibilizar la fecha del Día de las Personas Sordas”.

 

 Por su parte, Cecilia describió que con el equipo de estudiantes pensaron actividades que a Facu le gustaran así podía vivir los talleres desde otra manera: “Antes se lo sumaba pero sin una comunicación más directa con él y con los otros integrantes del taller”. También destacó la intervención de las estudiantes, quienes están en un proceso de formación, y que propiciaron ese diálogo, lo que potenció la llegada de Facu a los otros espacios grupales. 

 

 “A Facundo le gusta la comunicación, filmar, escuchar música (porque con auriculares escucha). Realizó historietas y dibujos, más desde el lado del humor porque él es muy gracioso. Yo pensé más en lo audiovisual y las chicas en cómo incorporar la lengua de señas en un usuario que tiene un uso y un dialecto más artesanal. Previamente, en los talleres dialogamos con los otros usuarios, así como que Facu se animara a participar en las actividades, teniendo en cuenta que hablaría en público y mostraría la producción”.

Cómo nos comunicamos

 

“En la guardia puede pasar que lleguen personas sordas y se le hable directamente al acompañante porque no se conoce la lengua de señas. Debemos dar la posibilidad de realizar la mediación. Sin embargo, no es algo que se piensa a primera vista, solemos hacer un corrimiento de la cultura sorda también. Es un aprendizaje entender que no solo es una falencia en el habla, sino que hay toda una cultura de lo visual, de comunicarnos a través de símbolos, imágenes, que todos podemos desarrollar más allá de no hablar la lengua de señas”, agregó Cecilia.

 

 Asimismo, Lucrecia insistió en pensar la clínica ampliada y la salud mental desde la integralidad, entendiendo lo comunicacional como la primera línea desde donde accedemos al bienestar o al malestar del otro. Y Cecilia agregó que cuando Facundo empezó a comunicarse a través de la lengua de señas y cuando tuvo la interacción con las tres estudiantes, tuvo una especie de transferencia: “No venían en un rol de técnicas, sino como parte de un equipo, para sumarse a las actividades. Descubrimos un montón de cosas de la personalidad de Facu, de sus gustos, de sus intereses No era una persona callada, es muy creativo, con ideas, pero en su lengua”.

 

Próximas propuestas

 

La trabajadora social insistió en que la visibilización realizada en el marco del Día de las Personas Sordas no se agotará en esa jornada, sino que se debe retomar y así, el año que viene, poder reiterar alguna presentación. Además, los audiovisuales en los que Facu participó se proyectarán a fin de año. 

 

“Creo que no se trata de qué hacemos para, sino sobre qué posicionamiento tenemos, cómo internalizamos que hay un otro que se comunica diferente y cómo habilitamos esa forma de comunicación sin normalizarlo o rehabilitarlo en nuestra lengua, y eso va a llevar un tiempo”, dijo Lucrecia y comentó el caso de Antonieta Priolo, una militante de la comunidad sorda, que vino a participar de esta jornada y trajo parte de la historia de la comunidad. 

 

 A continuación insistió en que la mayor clave es la social: “Me parece que como trabajadores podemos ser multiplicadores en el sentido de sostener una perspectiva desde donde pensamos la salud mental porque, desde el equipo de salud, creo que manejábamos una clínica con Facundo diferente a como la podemos pensar hoy. Así podemos pensar en la generalidad de la comunidad sorda que se acerca a los servicios de salud”.

 

 Otras medidas de inclusión para los próximos meses consisten en que las estudiantes puedan realizar algunas producciones que queden en el hospital, accesibilizando en lengua de señas los nombres del hospital, las áreas, las profesiones. “Cuando empieza a circular, la gente se copa, pero hay falta de conocimiento. En la Feria de las Palabras, los compañeros de Facu llegan y lo saludan, saben su seña personal, tienen intercambios, alguno se acuerda que tiene una prima sorda. Se empieza a mover cuando ponés a circular la lengua y la cultura”, concluyó la comunicadora social.

 

Para cerrar la entrevista, Lucrecia se refirió a que los sistemas de apoyos no tienen que ver necesariamente con una cuestión administrativa, sino que están relacionados con los singulares, con la corresponsabilidad de los diferentes actores que intervienen en la vida de todos. “Cuando hay gente comprometida que puede identificar al otro como otro, hay alojamiento y posibilidades de que surjan un montón de cuestiones. Hay algo del deseo de Facu que apareció ahora y que tenga alojamiento es diferente a cuando eso no existe”. 

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