Promotores de Salud del Grupo Institucional de Alcoholismo
¿quiénes integran el grupo de promotores del GIA? ¿Cuál es su función? Te lo contamos en esta nota.
El Grupo Institucional de Alcoholismo del Hospital Escuela de Salud Mental se formó en 2004. Desde entonces, trabaja en la recuperación como un proceso integral e integrador de la persona directamente afectada y de su entorno socio afectivo. La Metodología del trabajo que realiza el equipo interdisciplinario es desde la perspectiva bio-psico-social, con un triple abordaje para la reconstrucción de un proyecto de vida saludable. Dentro del GIA funciona el Grupo de Promotores. Se trata de un equipo conformado por profesionales y personas que ya recibieron el alta en su tratamiento. César, es uno de sus integrantes, quien durante 8 años hizo tratamiento en el Hospital. Desde su alta, continúa involucrado con el GIA porque quiere ayudar a la gente que tiene su mismo problema: “Explicarles que no es difícil salir, que sólo hay que poner lo mejor de cada uno. Hay formas sencillas de hacerlo. Poniendo buena voluntad, se puede”. Los promotores son un nexo entre las instituciones que atienden la problemática desde esta perspectiva y las comunidades. Hoy existen promotores en Paraná, Cerrito, Tabossi,Viale, Bovril y Santa Elena. Oscar, hace 8 años que es promotor. Estuvo durante otros dos haciendo tratamiento en el HESM. En relación a los promotores explica: “Nuestra idea es acercar a las personas. Fuimos a varios lugares donde nos han invitado, como los colegios, por ejemplo. Queremos acercar a las personas para que puedan hacer el tratamiento y salgan adelante como nosotros. Damos charlas, explicamos acerca de la problemática del alcohol”. Son varias las invitaciones que les llegan convocándolos. Viajan según la disponibilidad de cada uno. Ponen el auto, se organizan. Comparten gastos. Quienes conforman el grupo de promotores no sólo son personas con el alta en su tratamiento y profesionales de salud, sino también familiares. Olga llegó al grupo de promotores en el 2013, acompañando a su marido, quién gracias al compromiso de su hijo mayor, inició tratamiento. Ante la pregunta en relación a lo que ganaron luego de hacer el tratamiento aparecen como respuestas: la familia, el hogar, los amigos, el trabajo. César expresa: “Fue difícil, pero se ganó mucho. Lo más importante: la familia, que por el alcohol se había perdido. Otro punto importante: recuperar la confianza con uno mismo. Una vez que uno tomó la decisión y se puso firme: ya está. Después uno puede pasar las fiestas, como si nada. Es lo mismo tomar gaseosa o un vino. No te hace más hombre que tomes un trago de alcohol ni mucho menos mejor persona.” Olga, en relación a su compañero de vida expresa: “La verdad, es algo buenísimo lo que le pasó porque mejoró un montón: 100%. Ganamos tranquilidad en la casa, con los hijos. Y tenemos muy presente que quien está de alta no debe volver a tomar porque un traguito ya es suficiente.” Los promotores son conscientes de “lo muy accesible que está el alcohol. Es un vicio que está a la mano. Uno lo compra en cualquier parte y siempre encuentra un cómplice que acompaña. Y ahí, empieza la caravana.” La legalidad del alcohol y su aceptación social como consumo permitido, aparecen como contradicciones y preocupaciones para estas personas que saben, por experiencia propia, lo dramático de quien padece problemas por el consumo de alcohol. En el Grupo Institucional de Alcoholismo, además de los Promotores de Salud, se encuentra el área de formación en servicio -donde se forman los profesionales para poder asistir a los que están en esta problemática- y el área de asistencia específica, en la que a la persona se le ayuda a armar un proyecto de vida distinto al que venía teniendo, a través de entrevistas singulares y abordaje grupal.
El objetivo es la promoción y prevención.