La consigna fue pensada hace varios años, desde el viejo servicio de Terapia Ocupacional, para ocupar espacios institucionales que no eran utilizados por ningún sector, pero que formaban parte del hospital, conformando el paisaje de los espacios comunes, esos que se transitan cotidianamente.

Las plazoletas Verde Limón y La Vieja Morera fueron producto de la militancia de estas consignas.

Un poco más acá en el tiempo, y dejando sin mencionar cientos de pequeños gestos y protagonistas, los practicantes de la licenciatura en Enfermería  tomaron el viejo comedor y, desde sus prácticas comunitarias en salud mental, lo trasformaron en Espacio de Visitas para que los usuarios tengan un espacio digno para compartir con sus familiares y amigos.

Las instituciones públicas llevan sobre sí la pesada mochila de “ser de todos y de nadie”. Aparecen como espacios para la gran mayoría, a la hora de aprovechar sus beneficios y exigir servicios; y de minorías,  a la hora de cuidarlas y mantenerlas en condiciones.

Sin embargo, en nuestro hospital, hay muchas personas que se apropian de la institución donde trabajan -mucho más allá del espacio u oficina que ocupan.

En una apretada e incompleta lista, se cuenta el acondicionamiento de las salas de internación que viene sosteniendo el Voluntariado Hospitalario, las refacciones y decoración de pasillos comunes que se realizaron en los festejos de la primavera, la transformación de un pasillo en  la Biblioteca Marisa Wagner… A esa lista, se suma el acto mínimo y pequeño de dejar en condiciones los espacios de trabajo, mantener su limpieza, regar las plantas que embellecen y dan color al hospital.

Hace algunas semanas, Osvaldo y Gladys, (dos protagonistas activos de diferentes sectores del Hospital) comenzaron con el cuidado de las plantas que están distribuidas en la institución. Las recuperaron, trasplantaron y además, se ocuparon de conseguir nuevas, y hasta hicieron macetas especiales para ellas.

Como ellos dos, muchos otros y otras, hacemos más allá de los límites de nuestras tareas. Lo hacemos porque entendemos que el hospital es de todos, en tanto todos y todas lo cuidemos, mantengamos e inventemos cotidianamente. Hacemos para ofrecer -además de los servicios que como institución de salud pública debemos prestar- un hospital más cuidado, con detalles que hablan de la importancia de las condiciones en las que se brindamos esos servicios. Ocupando, transformando y habitando el hospital.