Taller de Estimulación Cognitiva para Adultos Mayores
Actividad que se realiza todos los miércoles en el CAPS El Brete
El Taller de Estimulación Cognitiva para Adultos Mayores funciona todos los miércoles desde las 9:30 hs. en el CAPS El Brete.
Historización del taller
El espacio inició en 2017. En los dos primeros años fue sostenido en conjunto con Extensión Comunitaria de la UADER (Universidad Autónoma de Entre Ríos), desde su Departamento de Adultos Mayores, y UPAMI (Universidad para Adultos Mayores Integrados).
Rosana: “A partir de un diagnóstico que tenía la trabajadora social del CAPS sobre la población del barrio pudimos advertir la necesidad de ofrecer actividades para adultos mayores. Hay muchos vecinos y vecinas que viven solos o pasan mucho tiempo en sus casas y que frecuentan el Centro de Salud buscando la posibilidad de charlar... Con este dato, es que pensamos desde hace más de tres años este taller”.
Habitualmente, el espacio funciona en el Club Racing, a pocas cuadras del CAPS. Don Miguel Pereira es quien se encarga de abrir las puertas y esperarlas semanalmente. Durante los meses más fríos, el taller se muda a las casas de las talleristas o al mismo Centro de Salud.
Según el lugar que las reciba la escena del encuentro se modifica. Si se trata de los domicilios de las vecinas (mayormente mujeres, aunque el espacio es abierto para todos y todas) el lugar se prepara con anticipación para recibir con mates o té caliente y algo rico para compartir. Si se trata del CAPS, algún consultorio o la sala de espera rápidamente se transforma en un espacio para realizar el taller, disponiendo las sillas alrededor de una mesa que permita desarrollar la tarea. Lo que guía la actividad es lo comunitario, lo intersectorial y las articulaciones con otros actores del barrio. A partir de estos principios fundantes de la atención primaria, se lleva adelante el taller..
Las coordinadoras del espacio
Rosana Alarcón es Psicopedagoga y hace 24 años que trabaja en el CAPS. Celeste Nesa es Psicóloga y, con 15 años de historia en la institución, ambas comparten la coordinación de este espacio. Desde hace años, trabajan juntas en El Brete. Experiencias anteriores les permiten apenas mirarse y entenderse en el trabajo diario.
Si bien cada una trabaja en la clínica individual llevando a cabo tratamientos psicopedagógicos y psicológicos, respectivamente, también apuestan por los espacios grupales:
Celeste: “Sabemos que desde la atención primaria estos son los espacios que debemos promover y sostener. Espacios donde los vecinos se encuentren, se relacionen, puedan expresarse y aprender con otros. Donde la prevención y el generar espacios de salud son los pilares”.
La dinámica semanal
Cada miércoles, con el llegar de las talleristas, comienza esa primera parte del espacio que las pone al día de cómo han pasado su semana, cómo se han sentido, sus novedades, invitaciones, etc. Después, el juego es utilizado como “rompe hielo” para disponer a la actividad y prestar mayor atención. Luego, las coordinadoras del espacio proponen alguna actividad con el objetivo de estimular diferentes aspectos cognitivos, según el proceso de cada una de las participantes. Así, por ejemplo, nació el libro de Recetas Viajeras, donde cada una recupera la historia de alguna receta familiar, el significado de esa preparación, los recuerdos que le trae el hacerla cada vez y… claro, muchas de las veces, el compartirla con sus compañeras.
Tareas pendientes
Los jóvenes son otro de los grupos con los que Rosana y Celeste quisieran trabajar. Saben de la necesidad de un espacio que los convoque y encuentre pero las diferencias entre unos y otros complejizan el encuentro. “En algún momento hicimos el intento con talleres de rap y otras propuestas, pero no logramos que los jóvenes se acerquen al espacio”, relata Rosana.
Crónica de una visita
La mañana fría del miércoles 14 de agosto la primera en llegar es Dora. El taller se hace en la sala de espera del CAPS El Brete. Hay varias compañeras que no llegarán. El frío suele ganarle a las ganas de encontrarse, pero en este caso varias se ausentan por el velorio de un vecino querido del barrio. Dora anuncia algunas ausencias que ya se compartieron por el grupo de WhatsApp. Se da el tiempo necesario para saludar a las trabajadores del centro de salud. Es afectuosa con Rosana y Celeste, y les reconoce el esfuerzo de ambas por sostener ese espacio: “todo lo hacen a pulmón”.
Dora es quien también convoca cotidianamente a sus compañeras a participar de las diferentes actividades pensadas para adultos mayores que se ofrecen en el barrio y a donde varias la acompañan. Apenas más tarde llega Elsa, quien desde 1975 vive en el barrio. Carina, es la nueva del grupo y la tercera en llegar. Ese miércoles no llegaron Mirta, Chunchi, Vilma, Coca, Graciela y Alberto (quien a veces se suma cuando se juntan en su casa), Sara y Delia.
“Algunas están más vagas, pero les tengo fe. Cuando pase el frío, retomarán”, comenta Dora. Después de un momento de charla todas se ponen a jugar, mientras suman, restan o definen tareas. Todo es encuentro, es ronda, es afecto, es salud.
Muchos miércoles el taller espera a otros trabajadores del Centro de Salud, quienes, según sus conocimientos, participan para evacuar dudas, compartir conocimientos y encontrarse desde otro lugar con las participantes.