Atención remota en salud mental
A un mes del funcionamiento de las líneas de atención en salud mental, una evaluación parcial del dispositivo.
La atención remota en el HESM comenzó el sábado 28 de marzo. Con equipos conformados por profesionales del Hospital y de la Residencia Interdisciplinaria en Salud Mental (RISAM), se propusieron dos líneas de contacto (una fija y otra de whatsapp) para escuchar, contener, informar y derivar, en los casos evaluados como necesarios.
La asistencia se extiende de 8 a 18 hs. y funciona todos los días, incluyendo fines de semanas y feriados.
“Este dispositivo busca en principio instalar y ofrecer tres pilares del auxilio psicosocial: escuchar, apoyar y contener situaciones críticas de urgencias subjetivas evitando la saturación del Servicio de Guardia. La idea es generar una escucha no patologizadora de las situaciones y que se pueda dar lugar al sentimiento propio de una situación de emergencia y a los procesos esperables en este contexto”, explicó la Instructora de la RISAM, Anabel Arias.
A casi un mes del funcionamiento de estas vías remotas de consultas en salud mental (las estadísticas tomadas cierran el jueves 23/4) se pueden hacer las primeras lecturas de este dispositivo.
Entre los motivos o presentaciones del malestar más frecuentes en las consultas singulares se encuentran los episodios de angustia/ansiedad, la dificultad para dormir, la necesidad de iniciar tratamiento psicológico/psiquiátrico, problemáticas vinculadas a la violencia de género, las dificultades económicas y laborales (temor a quedarse sin dinero, haber sido despedido de trabajos informales, etc.), el aislamiento y la imposibilidad de ver a las personas queridas o situaciones desbordante con los niños.
Para Mariángeles Ballesteros, coordinadora del servicio de Consultorios Externos del HESM, la toma de medidas progresivas para el cuidado de la comunidad, más las políticas institucionales adoptadas para ofrecer servicios durante este tiempo de aislamiento social y preventivo, han ayudado a regular las urgencias y evitar un mayor número de crisis subjetivas. “Si tomamos en cuenta que la atención en crisis aparece en segundo lugar, entre los motivos de consultas, podemos pensar que éste es un tiempo de espera todavía sostenible. No son todas urgencias ni son predominantes, hasta el momento”, expresó Ballesteros.