Mi primera dieta
Texto compartido por Flor Alegre, activista gorda de la ciudad de Santa fe. Encontrala en instagram como @mf.alegre
Mi primera dieta fue a los 8 años. Desde entonces me pesé millones y millones de veces. Llegó un punto en el que me pesaba antes y después de ir al gimnasio, a ver si había bajado algo de peso. Lo único que podía ver era eso. Me pesaba al despertar (todos los días), sin ropa y sin haber comido nada, para que el número sea el menor posible. Si bajaba de peso, me ponía feliz. Si subía 100 gramos, me odiaba.
Me enfoqué tanto en eso que dejé de ver lo importante. Dejé de ver mis avances reales con otras cosas. Dejé de ver cómo realmente estaba mi cuerpo. Dejé de juntarme con amigos, para no tener que comer otra cosa.
Pensaba que era la única que hacía esto. Pero resulta que éramos muchas las que, en silencio, sufríamos por una balanza y todo lo que aprendimos que significaba.
El peso es solo un número. No refleja realmente ni directamente tu bienestar. Aprendimos que mientras el número sea más grande, peor es. Pero en primera instancia, no hay nada de malo en el peso que tenés, si es el que te mantiene saludable y feliz.
Hay que entender que todo esto, sigue siendo gordofobia. Es necesario verlo para poder transformarlo.
Así que, de a poco, voy haciendo otras preguntas. ¿Realmente este peso dice algo de mí? ¿Realmente este peso es tan malo como pienso? ¿Cambia algo 100 gramos más o menos? ¿De verdad veré algún cambio en el transcurso del día, o de la semana? ¿Hay otras formas de medir y cuantificar mis logros? ¿Mi único objetivo es tener un peso bajo? ¿Cuáles son mis otros objetivos? ¿Puedo prestar más atención a ellos?
Y así, todo lo que sea necesario ser preguntado, preguntarlo.