Mujeres Protagonistas: Marcia Cáceres
Conversamos con la docente Marcia Cáceres en el marco de la nota principal del Boletín Sin Chaleco: mujeres protagonistas.
Si miramos a nuestro alrededor seguro vemos a alguien que cuida, que se encarga de hacer algo para contener y ayudar a que otra persona se sienta protegida. En su enorme mayoría, ese lugar es ocupado por mujeres. Puede ser la maestra en la escuela o la enfermera en el centro de salud o, tal vez, quien se ocupa de recibir un papel o de preparar una merienda. Todas estas pequeñas acciones están presentes en nuestras vidas cotidianas y por lo general, no se les da el valor que, efectiva y afectivamente, tienen. Por eso hemos elegido algunas experiencias de mujeres que cuidan. Entre ellas, se reparten la enorme red de cuidados que sostiene y contiene a quienes necesitan ser cuidados.
Marcia Cáceres tiene 43 años y es docente. Actualmente, es Directora de la Escuela José Manuel Estrada y docente de la UADER. Lleva 19 años en la profesión y se define como “Maestra por elección”.
La educación es social, es la transmisión de cultura y la hace cualquier sujeto.
Sobre el rol de la mujer en la docencia
El 90 por ciento de la docencia somos mujeres, hay varones pero son muy pocos. Esto tiene que ver con la representación social de la educación, de la maestra en ese lugar de madre cuidadora, protectora, está asociado a la mamá. Esto cambia en el nivel secundario donde sí hay más varones. Lo que es notorio es como al maestro se le dice profe y a la maestra se le dice seño y no profe. Por eso la importancia de la educación sexual integral ESI para corrernos de estas representaciones.
En la pandemia se habló de la triple jornada de las mujeres, esto es, el trabajo como docente, el doméstico y el acompañamiento en las tareas escolares.
La pandemia mostró la sobrecarga que hay en la mujer trabajadora en todos los ámbitos. La docencia tiene la particularidad que muchas trabajamos en dos instituciones y además se agrega la tarea doméstica. A las maestras nos costó más trabajar en la no presencialidad que en la presencialidad. La vuelta a la presencialidad nos ordenó. La diferencia está en que la maestra es también madre y aparece la dificultad de poder correrse y advertir en qué momento sos maestra y en qué momento sos madre. Esto hizo que nuestro trabajo fuera permanente.
Para nosotras la educación es vínculo, es el trabajo con el otro y eso en la pandemia quedó determinado por los distintos contextos; accesibilidad, condiciones materiales, organización familiar, etc. Hubo familias que tuvieron que optar por qué chico va sostener la continuidad y cuál no.
Hoy la matrícula de la escuela Estrada ha aumentado y esto tiene que ver con el trabajo que venimos realizando de ir al encuentro de los chicos y chicas. Eso nos pone muy contentas.
Desde la escuela, además, venimos mirando a las mujeres que podemos acompañar. Las situaciones de violencia son naturalizadas. Intentamos interactuar con las madres. Para esto hemos coordinado con la Comisión Vecinal actividades para las madres, no solo para trabajar situaciones de violencia, sino para habilitar un espacio: puede ser caminata, gimnasia, panadería. Lo que apuntamos es al encuentro de ellas como mujeres, con sus intereses.
La escuela Estrada es una escuela NINA, de jornada extendida, con turnos para la primaria de mañana y de tarde y por la noche funcionan una primaria y secundaria correspondientes a la Escuela para jóvenes y adultos Leopoldo Herrera.